El sábado llegó con el mar en calma y el espíritu bien despierto. Un día pensado para tocar, preguntar, remar y descubrir. Porque la posidonia no solo se contempla: también se investiga, se navega y se protege.
Tres propuestas diferentes con un mismo objetivo: acercarnos al Mediterráneo desde la emoción y el conocimiento.
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🔬 Taller científico: conocer para conservar








Abrimos la jornada con un taller divulgativo sobre la posidonia, especialmente pensado para curiosos de todas las edades.
De la mano de especialistas marinos, aprendimos a reconocer esta planta (¡que no es un alga!), su ciclo vital, sus beneficios para el ecosistema y los retos que enfrenta hoy.
Microscopios, muestras reales, dinámicas participativas y muchas preguntas hicieron que la ciencia se volviera cercana, práctica y emocionante. Porque cuanto más sabes, más cuidas.
Y si además lo haces en chanclas, mejor.
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🏴☠️ A bordo del barco pirata: exploradores del mar








Después, cambiamos la bata de laboratorio por el sombrero de corsario. Subimos a bordo de un barco muy especial: un velero pirata con tripulación, juegos y leyendas para pequeños grumetes.
Durante la travesía, los niños (y no tan niños) participaron en dinámicas educativas sobre el mar, aprendieron a orientarse, a usar las cartas náuticas, y escucharon historias de tesoros marinos que no se guardan en cofres, sino en las praderas submarinas de posidonia.
Una experiencia educativa, teatralizada y llena de humor, perfecta para compartir en familia.
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Remando por la posidonia







