La Semana de la Posidonia nos está enseñando que el cuidado del medio marino no solo pasa por aprender… sino también por vivirlo, sentirlo y movernos con él.
Y el lunes 7 ha sido exactamente eso: un día para fluir al ritmo del agua y reencontrarnos con la calma.
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🌊 Travesía en kayak: movimiento con sentido
La jornada arrancó con una nueva edición de la travesía “Remando por la Posidonia”, que ha vuelto a llenar la costa de Aguadulce con un paisaje sereno y poderoso: personas de todas las edades deslizándose en kayak sobre aguas cristalinas, alineados con una causa clara.
Mientras remaban, los participantes pudieron contemplar el entorno, observar el fondo marino y tomar conciencia de lo que significa estar realmente presentes en el mar.
Remar juntos no es solo deporte. Es un acto de respeto, de conexión, de compromiso.
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🧘♀️ Yoga al atardecer: cuerpo, tierra y mar en equilibrio
Cuando el sol comenzó a descender, el silencio se apoderó de la arena.
La sesión de yoga “Armonía costera” ofreció a los asistentes una experiencia íntima y profunda: estiramientos suaves, respiración consciente y la mirada puesta en el horizonte.
Con cada inhalación, el mar.
Con cada exhalación, el cuerpo.
Con cada movimiento, un gesto de gratitud hacia este ecosistema que nos acoge y nos inspira.
💙 Un lunes para bajar el ritmo y elevar la conciencia
En un mundo que va demasiado deprisa, hoy la Semana de la Posidonia nos ha regalado un día de pausa activa. De esos en los que el movimiento no cansa, sino que ordena.
De esos que nos recuerdan que cuidar el mar también es aprender a movernos con él, y no contra él.